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Calaveras Portuguesas La Manga

Calaveras Portuguesas La Manga

Alertan del avistamiento de carabelas portuguesas en playas de La Manga y el Mar Menor La picadura de esta falsa medusa puede ser muy peligrosa, por lo que hay que extremar las precauciones en el caso de encontrarse con una

La temida carabela portuguesa ha vuelto a aparecer en las playas de la Región de Murcia. Como ya ocurrió en años anteriores, varios ejemplares han sido avistados en diferentes puntos de costa de La Manga y del Mar Menor, según ha alertado en redes sociales desde la cuenta de Twitter @MarMenorKO_.

🔴 AVISO Me informan de que están llegando por diferentes puntos de La manga Carabelas portuguesas. Algunas de ellas están entrado al Mar Menor. No confundir las que veáis en la orilla con botellas de plástico y las vayáis a coger. Su picadura es máxima, así que ya sabéis. pic.twitter.com/HljNocCQ1q @MarmenorKO. (@MarmenorKO_) March 31, 2021 La carabela portuguesa (recibe este nombre por los buques portugueses del siglo XVI) o falsa medusa , es una colonia bien organizada formada por varios organismos que realizan diferentes funciones para la supervivencia de la comunidad. La parte más visible, la que flota, es una especie de bolsa azulada o morada de unos 20 centímetros llena de gas. Hace la función de vela, ya que la Physalia physalis –su nombre científico– se desplaza a merced del viento. Desde que comenzara a avistarse por las costas españolas, las autoridades han alertado de la peligrosidad de este organismo que habita en el entorno marino, pues sus tentáculos, que pueden llegar a medir hasta 50 metros en casos excepcionales -la media es de unos 10-, están cargados de un veneno que puede provocar graves heridas y dolor extremo en caso de entrar en contacto con él. En el verano de 2019 se dio a conocer el caso de Naomi, una joven de 22 años que sufrió la picadura de una carabela portuguesa en la playa Puntas de Calnegre y que tuvo que ser ingresada por la gravedad de las heridas sufridas al haber tenido contacto con uno de estos especímenes. La carabela portuguesa suele hacer su aparición por las costas españolas por estas fechas, cuando el agua aún se mantiene a temperaturas frías, pues necesita de estas para sobrevivir. Además, para desplazarse, y dado que carece de la capacidad de nadar, vive a merced de las corrientes marinas y el viento, que es el que la acaba arrastrando a puntos cercanos a la costa, especialmente cuando, como estos días, soplan rachas procedentes del este. Los expertos recomiendan extremar las precauciones en las playas y «no confiarse» en caso de avistar una carabela portuguesa, aunque sea a cierta distancia, pues sus tentáculos de unos 10 metros pueden «picarte sin siquiera verlos». Uno de los motivos de la mayor presencia de este organismo en las costas es, según Méndez, la desaparición de uno de los pocos depredadores de la carabela portuguesa, la tortuga boba , «que está en peligro de extinción». Conforme avance la primavera y llegue el verano, con la consecuente subida de temperatura del agua, la carabela portuguesa tendería a desaparecer de las costas murcianas.¿Qué es la carabela portuguesa? La picadura de esta falsa medusa es muy dolorosa y, ante ella, se debe seguir una serie de consejos

Toponímia Moçárabe No Antigo Condado Conimbricense, Tese

La 'carabela portuguesa' (recibe este nombre por los buques portugueses del siglo XVI) o falsa medusa, es una colonia bien organizada formada por varios organismos que realizan diferentes funciones para la supervivencia de la comunidad. La parte más visible, la que flota, es una especie de bolsa azulada o morada de unos 20 centímetros llena de gas. Hace la función de vela, ya que la Physalia physalis –su nombre científico– se desplaza a merced del viento.

Sus tentáculos, que pueden llegar a medir 50 metros -aunque lo normal es que alcancen los 10 o 20 metros-, están cubiertos de nematocistos cargados de veneno y son utilizados para paralizar y matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. La parte sumergida se compone de decenas de organismos (zoodies) que se organizan para sobrevivir en una colonia. Unos se encargan de la reproducción, otros de la digestión, y por último, los que se dedican a defender la colonia y a cazar. Estos son los que sueltan el veneno para matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. El contacto de los tentáculos con la piel es muy doloroso y rara vez mortal. La urticaria que provoca es muy fuerte, y puede tener consecuencias graves, sobre todo en niños y ancianos. A personas alérgicas puede provocarle un choque anafilático que acabe en un fallo respiratorio o ahogamiento. Llegada a las costas de la Región La presencia de esta especie en las costas de la Región es reciente. Acceden al Mediterráneo en los meses de enero, febrero y marzo, a través del Estrecho de Gibraltar procedentes del Atlántico. En verano suelen desaparecer, ya que no soportan bien las altas temperaturas. Sin embargo, en los últimos dos años, su presencia se ha ido haciendo más habitual en los meses previos al verano. El pasado domingo 2 de junio, un bañista encontró tres de estos sinóforos en la zona próxima al Mediterráneo, en el kilómetro 8 de La Manga, junto a los apartamentos turísticos 'Hawai 5'. Qué hacer si te pica En caso de una picadura se debe de quitar con unos guantes los restos de los tentáculos que puedan quedar en la piel con unas pinzas u objeto similar. Nunca se debe hacer con las mano desnuda. Los servicios de emergencia alertan de que hay que evitar acercarse a ellas aun cuando se encuentren aparentemente muertas, dada su peligrosidad. Aplicar agua salada, nunca dulce. Después hay que lavar con agua caliente durante diez minutos, que aliviará el dolor, y aplicar vinagre si no hay restos de tentáculos.La carabela portuguesa desaparecerá de la costa regional cuando suba la temperatura del agua Los expertos aseguran que la presencia de este animal es normal «ahora que el agua está aún fría, ya que es un hábitat propicio para su desarrollo»

Aguas frías para desarrollarse, y viento y corrientes que las empujen. Son las condiciones ideales para que el viaje a la deriva de la carabela portuguesa se mantenga. El primer requisito va a provocar que su presencia en la costa de la Región tenga las horas contadas. Conforme la temperatura del agua aumente en las próximas semanas, este hidrozoo sifonóforo irá desapareciendo. Así lo atestigua Emilio María Dolores, jefe del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agricultura.

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El especialista argumenta que su presencia en este momento es compatible con la temperatura del mar, «que ronda los 22 grados; aún es baja y puede sobrevivir», advierte el jefe del servicio, que aclara que lo habitual es que cuando suba la temperatura del agua, en las próximas semanas, el animal morirá. Acostumbrada a las temperaturas más bajas del Atlántico, cuando el agua aumente varios grados, «el hábitat será incompatible con su desarrollo, por lo que desaparecerá», precisa. Su presencia cercana a la costa se debe al viento, que las acerca junto con las olas, ya que se trata de organismos «sin capacidad de nadar ni de gobierno en el agua. Cuando sopla poniente son arrastradas hacia Mazarrón, y cuando hay levante, se aproximan al litoral de La Manga». Esta falsa medusa carece de la capacidad de nadar, por lo que está a merced de la brisa y del oleaje La falsa medusa se detectó por primera vez en el Mediterráneo en 2010 con una llegada masiva de estos ejemplares. A los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) este hecho les resultó llamativo y estudiaron el fenómeno. Tras analizarlo, concluyeron que esa irrupción tenía más que ver con las condiciones meteorológicas que con el cambio climático. Aquel año se produjeron varios fenómenos meteorológicos que provocaron lluvias intensas y fuertes vientos de Poniente durante varias semanas, y llevaron a las carabelas a pasar del Atlántico al Mediterráneo. Desde entonces, su llegada se ha repetido año tras año y numerosos ejemplares de carabela acceden todas las temporadas al Mare Nostrum por el Estrecho de Gibraltar, impulsadas por el viento de Poniente, y avanzan en función de las distintas circunvalaciones de la corriente de entrada. «Hay que tener cuidado según el viento que sople, porque arrastra a los sifonóforos hacia la orilla» «Su ruta desde el Atlántico es imprevisible. Dependiendo del vórtice en el que se encuentre, la falsa medusa puede ir en paralelo a la costa africana, donde hay una corriente más allá de la isla de Alborán o, desde allí, girar hacia el norte a la parte de Málaga, Almería y la Región. Si llega más arriba de Cabo de Palos, allí hay otra turbulencia de circunvalación de agua que lleva hasta la costa de Alicante, Valencia y Baleares», explica Emilio María Dolores. Por eso, indica, es bastante normal verlas frente a las costas de la Región, principalmente desde Cabo de Palos hacia el sur. El especialista indica, además, que

La 'carabela portuguesa' (recibe este nombre por los buques portugueses del siglo XVI) o falsa medusa, es una colonia bien organizada formada por varios organismos que realizan diferentes funciones para la supervivencia de la comunidad. La parte más visible, la que flota, es una especie de bolsa azulada o morada de unos 20 centímetros llena de gas. Hace la función de vela, ya que la Physalia physalis –su nombre científico– se desplaza a merced del viento.

Sus tentáculos, que pueden llegar a medir 50 metros -aunque lo normal es que alcancen los 10 o 20 metros-, están cubiertos de nematocistos cargados de veneno y son utilizados para paralizar y matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. La parte sumergida se compone de decenas de organismos (zoodies) que se organizan para sobrevivir en una colonia. Unos se encargan de la reproducción, otros de la digestión, y por último, los que se dedican a defender la colonia y a cazar. Estos son los que sueltan el veneno para matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. El contacto de los tentáculos con la piel es muy doloroso y rara vez mortal. La urticaria que provoca es muy fuerte, y puede tener consecuencias graves, sobre todo en niños y ancianos. A personas alérgicas puede provocarle un choque anafilático que acabe en un fallo respiratorio o ahogamiento. Llegada a las costas de la Región La presencia de esta especie en las costas de la Región es reciente. Acceden al Mediterráneo en los meses de enero, febrero y marzo, a través del Estrecho de Gibraltar procedentes del Atlántico. En verano suelen desaparecer, ya que no soportan bien las altas temperaturas. Sin embargo, en los últimos dos años, su presencia se ha ido haciendo más habitual en los meses previos al verano. El pasado domingo 2 de junio, un bañista encontró tres de estos sinóforos en la zona próxima al Mediterráneo, en el kilómetro 8 de La Manga, junto a los apartamentos turísticos 'Hawai 5'. Qué hacer si te pica En caso de una picadura se debe de quitar con unos guantes los restos de los tentáculos que puedan quedar en la piel con unas pinzas u objeto similar. Nunca se debe hacer con las mano desnuda. Los servicios de emergencia alertan de que hay que evitar acercarse a ellas aun cuando se encuentren aparentemente muertas, dada su peligrosidad. Aplicar agua salada, nunca dulce. Después hay que lavar con agua caliente durante diez minutos, que aliviará el dolor, y aplicar vinagre si no hay restos de tentáculos.La carabela portuguesa desaparecerá de la costa regional cuando suba la temperatura del agua Los expertos aseguran que la presencia de este animal es normal «ahora que el agua está aún fría, ya que es un hábitat propicio para su desarrollo»

Aguas frías para desarrollarse, y viento y corrientes que las empujen. Son las condiciones ideales para que el viaje a la deriva de la carabela portuguesa se mantenga. El primer requisito va a provocar que su presencia en la costa de la Región tenga las horas contadas. Conforme la temperatura del agua aumente en las próximas semanas, este hidrozoo sifonóforo irá desapareciendo. Así lo atestigua Emilio María Dolores, jefe del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agricultura.

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El especialista argumenta que su presencia en este momento es compatible con la temperatura del mar, «que ronda los 22 grados; aún es baja y puede sobrevivir», advierte el jefe del servicio, que aclara que lo habitual es que cuando suba la temperatura del agua, en las próximas semanas, el animal morirá. Acostumbrada a las temperaturas más bajas del Atlántico, cuando el agua aumente varios grados, «el hábitat será incompatible con su desarrollo, por lo que desaparecerá», precisa. Su presencia cercana a la costa se debe al viento, que las acerca junto con las olas, ya que se trata de organismos «sin capacidad de nadar ni de gobierno en el agua. Cuando sopla poniente son arrastradas hacia Mazarrón, y cuando hay levante, se aproximan al litoral de La Manga». Esta falsa medusa carece de la capacidad de nadar, por lo que está a merced de la brisa y del oleaje La falsa medusa se detectó por primera vez en el Mediterráneo en 2010 con una llegada masiva de estos ejemplares. A los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) este hecho les resultó llamativo y estudiaron el fenómeno. Tras analizarlo, concluyeron que esa irrupción tenía más que ver con las condiciones meteorológicas que con el cambio climático. Aquel año se produjeron varios fenómenos meteorológicos que provocaron lluvias intensas y fuertes vientos de Poniente durante varias semanas, y llevaron a las carabelas a pasar del Atlántico al Mediterráneo. Desde entonces, su llegada se ha repetido año tras año y numerosos ejemplares de carabela acceden todas las temporadas al Mare Nostrum por el Estrecho de Gibraltar, impulsadas por el viento de Poniente, y avanzan en función de las distintas circunvalaciones de la corriente de entrada. «Hay que tener cuidado según el viento que sople, porque arrastra a los sifonóforos hacia la orilla» «Su ruta desde el Atlántico es imprevisible. Dependiendo del vórtice en el que se encuentre, la falsa medusa puede ir en paralelo a la costa africana, donde hay una corriente más allá de la isla de Alborán o, desde allí, girar hacia el norte a la parte de Málaga, Almería y la Región. Si llega más arriba de Cabo de Palos, allí hay otra turbulencia de circunvalación de agua que lleva hasta la costa de Alicante, Valencia y Baleares», explica Emilio María Dolores. Por eso, indica, es bastante normal verlas frente a las costas de la Región, principalmente desde Cabo de Palos hacia el sur. El especialista indica, además, que

La 'carabela portuguesa' (recibe este nombre por los buques portugueses del siglo XVI) o falsa medusa, es una colonia bien organizada formada por varios organismos que realizan diferentes funciones para la supervivencia de la comunidad. La parte más visible, la que flota, es una especie de bolsa azulada o morada de unos 20 centímetros llena de gas. Hace la función de vela, ya que la Physalia physalis –su nombre científico– se desplaza a merced del viento.

Sus tentáculos, que pueden llegar a medir 50 metros -aunque lo normal es que alcancen los 10 o 20 metros-, están cubiertos de nematocistos cargados de veneno y son utilizados para paralizar y matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. La parte sumergida se compone de decenas de organismos (zoodies) que se organizan para sobrevivir en una colonia. Unos se encargan de la reproducción, otros de la digestión, y por último, los que se dedican a defender la colonia y a cazar. Estos son los que sueltan el veneno para matar a los peces y a otras criaturas pequeñas de las que se alimentan. El contacto de los tentáculos con la piel es muy doloroso y rara vez mortal. La urticaria que provoca es muy fuerte, y puede tener consecuencias graves, sobre todo en niños y ancianos. A personas alérgicas puede provocarle un choque anafilático que acabe en un fallo respiratorio o ahogamiento. Llegada a las costas de la Región La presencia de esta especie en las costas de la Región es reciente. Acceden al Mediterráneo en los meses de enero, febrero y marzo, a través del Estrecho de Gibraltar procedentes del Atlántico. En verano suelen desaparecer, ya que no soportan bien las altas temperaturas. Sin embargo, en los últimos dos años, su presencia se ha ido haciendo más habitual en los meses previos al verano. El pasado domingo 2 de junio, un bañista encontró tres de estos sinóforos en la zona próxima al Mediterráneo, en el kilómetro 8 de La Manga, junto a los apartamentos turísticos 'Hawai 5'. Qué hacer si te pica En caso de una picadura se debe de quitar con unos guantes los restos de los tentáculos que puedan quedar en la piel con unas pinzas u objeto similar. Nunca se debe hacer con las mano desnuda. Los servicios de emergencia alertan de que hay que evitar acercarse a ellas aun cuando se encuentren aparentemente muertas, dada su peligrosidad. Aplicar agua salada, nunca dulce. Después hay que lavar con agua caliente durante diez minutos, que aliviará el dolor, y aplicar vinagre si no hay restos de tentáculos.La carabela portuguesa desaparecerá de la costa regional cuando suba la temperatura del agua Los expertos aseguran que la presencia de este animal es normal «ahora que el agua está aún fría, ya que es un hábitat propicio para su desarrollo»

Aguas frías para desarrollarse, y viento y corrientes que las empujen. Son las condiciones ideales para que el viaje a la deriva de la carabela portuguesa se mantenga. El primer requisito va a provocar que su presencia en la costa de la Región tenga las horas contadas. Conforme la temperatura del agua aumente en las próximas semanas, este hidrozoo sifonóforo irá desapareciendo. Así lo atestigua Emilio María Dolores, jefe del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agricultura.

Th Century Trade Fotografías E Imágenes De Alta Resolución

El especialista argumenta que su presencia en este momento es compatible con la temperatura del mar, «que ronda los 22 grados; aún es baja y puede sobrevivir», advierte el jefe del servicio, que aclara que lo habitual es que cuando suba la temperatura del agua, en las próximas semanas, el animal morirá. Acostumbrada a las temperaturas más bajas del Atlántico, cuando el agua aumente varios grados, «el hábitat será incompatible con su desarrollo, por lo que desaparecerá», precisa. Su presencia cercana a la costa se debe al viento, que las acerca junto con las olas, ya que se trata de organismos «sin capacidad de nadar ni de gobierno en el agua. Cuando sopla poniente son arrastradas hacia Mazarrón, y cuando hay levante, se aproximan al litoral de La Manga». Esta falsa medusa carece de la capacidad de nadar, por lo que está a merced de la brisa y del oleaje La falsa medusa se detectó por primera vez en el Mediterráneo en 2010 con una llegada masiva de estos ejemplares. A los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) este hecho les resultó llamativo y estudiaron el fenómeno. Tras analizarlo, concluyeron que esa irrupción tenía más que ver con las condiciones meteorológicas que con el cambio climático. Aquel año se produjeron varios fenómenos meteorológicos que provocaron lluvias intensas y fuertes vientos de Poniente durante varias semanas, y llevaron a las carabelas a pasar del Atlántico al Mediterráneo. Desde entonces, su llegada se ha repetido año tras año y numerosos ejemplares de carabela acceden todas las temporadas al Mare Nostrum por el Estrecho de Gibraltar, impulsadas por el viento de Poniente, y avanzan en función de las distintas circunvalaciones de la corriente de entrada. «Hay que tener cuidado según el viento que sople, porque arrastra a los sifonóforos hacia la orilla» «Su ruta desde el Atlántico es imprevisible. Dependiendo del vórtice en el que se encuentre, la falsa medusa puede ir en paralelo a la costa africana, donde hay una corriente más allá de la isla de Alborán o, desde allí, girar hacia el norte a la parte de Málaga, Almería y la Región. Si llega más arriba de Cabo de Palos, allí hay otra turbulencia de circunvalación de agua que lleva hasta la costa de Alicante, Valencia y Baleares», explica Emilio María Dolores. Por eso, indica, es bastante normal verlas frente a las costas de la Región, principalmente desde Cabo de Palos hacia el sur. El especialista indica, además, que

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